Cada vez más personas que pasan por nuestros programas y procesos de coaching sueñan con otras formas de trabajar. «Quiero trabajar desde la playa», «me encantaría ser nómada digital y trabajar en proyectos que me atraigan, desde donde esté en cada momento», «quiero crear mi proyecto y ser mi propio jefe/a».
Sólo hace falta que imaginemos esas posibles realidades para empezar a captar dónde está el reto. De hecho, basta con que nos remitamos a la reciente pandemia para darnos cuenta de lo difícil que es mantener una productividad sostenible, ciertas rutinas y una atención enfocada, cuando ninguna estructura externa nos ayuda. A esa falta de estructuras externas que dirigían nuestro comportamiento, a menudo sin que nos diéramos cuenta, se suma el amontonamiento de inputs que llegan por todos los canales de comunicación, supuestamente asíncrona, como mail, whatsapp, slack o teams y síncrona, reuniones, teléfono, etc. Cada impacto informátivo, aunque no lo atendamos en el momento, suponen una toma de decisiones, «decidir no atenderlo ya es atenderlo» y nos dejan un eco creciente de «algo pendiente» dentro.
No vamos a entrar en más detalles. Con lo expuesto hasta aquí probablemente ya estés notando lo que ocurre en tu cuerpo al evocar este agolpamiento de demandas e inputs cada minuto. Presta atención, quizás comiences inmediatamente a tener algunas sensaciones de activación simpática y constricción visceral, por muy sutiles que sean. Y es que la memoria está ahí, para bien o para mal, esto tu cuerpo ya lo ha vivido.
El problema de las nuevas modalidades de trabajo es que, en muchos casos, hay una ausencia casi total de estructuras externas que te ayuden o incluso te obliguen a hacer ciertas cosas en ciertos momentos. Como por ejemplo, tomarte una hora para comer tranquilamente en compañía de otras personas y descansar la mente.
Amir Salihefendic, Fundador y CEO de Doist, lo explicaba ya claramente en una entrevista de 2017, previa la pandemia. Lo que venía a decir es que él jamás contrataba para sus equipos distribuidos personas que no pudieran demostrarle que tenían una elevada Competencia de Autogestión. Es decir, una capacidad de liderarse a si mismas en el aprendizaje y mejora contínuo y en la organización del trabajo, combinada con buenos hábitos de autocuidado.
En el Programa de Competencias Neutras de Crecimiento de Roses in The Company, abordamos la Competencia de Autogestión en tres niveles que guardan entre si una relación jerárquica:
- Autoconocimiento Emocional como camino para el desarrollo psicológico y moral que apalanca el desarrollo de todas las competencias profesionales
- Autodirección Estratégica, que incluye desde la priorización y organización del trabajo, al aprendizaje y desarrollo a lo largo de la vida y la orientación de la propia carrera profesional
- Autocuidado para una productividad sostenible
No es muy realista esperar que el numero de peticiones, recordatorios, consultas y notificaciones que recibimos cada hora se reduzca. Como dice una admirada y querida compañera y amiga, «hay trabajo para siete vidas y lo va a seguir habiendo». No es muy probable que la complejidad y nivel de demanda que nos rodea se reduzca, es más sensato apostar por programas que ayuden a las personas, especialmente a los líderes, a desarrollar la Competencia de Autogestión. ¿Por qué especialmente a los líderes? Porque sería absurdo desarrollar la Competencia de Autogestión de las personas si la Cultura de Liderazgo no evoluciona también y acompaña ese avance.
Habrás notado que la competencia de Autogestión incluye desde aspectos muy macro, relacionados con la toma de decisiones estratégicas muy importantes, por ejemplo, en relación al desarrollo de la propia carrera profesional, a otros muy micro, como la capacidad de mantenerse psicológicamente presente en una reunión o si es pertinente, decidir no asistir.
Si queremos ampliar el zoom y ver más en detalle la Competencia de Autogestión descubriremos que se manifiesta en muy diversos aspectos del desempeño de una persona:
- Capacidad de dirigir la propia atención y mantener el Foco de Concentración en una tarea o problema o mantener Estados de Presencia en la interacción con los demás
- Flexibilidad cognitiva para captar lo prioritario en cada momento y reorganizar el trabajo tantas veces como se requiera
- Aprendizaje ágil-autodirigido, tanto autodidacta como colaborativo, de nuevos enfoques, formas de trabajo, perspectivas, metodologías, estrategias y tecnología, etc.
- Exploración continúa de aplicar y desarrollar competencias digitales, ayudarse de ellas
- Exploración continua de formas de productividad sostenible en función de las demandas existentes en cada momento
- Hábitos conscientes y sistemáticos de autocuidado
- Resiliencia psicológica bajo condiciones de estrés y presión puntuales
- Etc.
Estamos haciendo referencia constantemente a que el gran reto de la Autogestión en las nuevas modalidades de Trabajo y Colaboración, como equipos remotos, distribuidos o profesiones o proyectos independientes, es la ausencia de Estructuras Externas que sí existían en la modalidad de trabajo Coubicado. Pongamos algunos ejemplos que clarifiquen a qué nos referimos por Estructuras Externas:
- Una hora o franja horaria establecida para entrar o empezar a trabajar
- Una máquina del café, bebidas o snacks que está en otro piso de tu oficina y te obliga subir escaleras para conseguir el premio
- Un líder de equipo que se sienta justo en frente de ti
- Una sala de reuniones dónde todas las demás personas pueden observar claramente que estás haciendo
- Un código formal o casual establecido por la organización
- Horarios de comida en el comedor de empresa
- Un mobiliario ergonómico
- Personas de tu equipo que vienen a proponerte tomar un café a media mañana
- Y todo lo que de forma consciente o inconsciente dirigía nuestro comportamiento al trabajar con otras personas en un mismo lugar físico
Nuestro Programa de Desarrollo de Competencias Neutras o de Crecimiento se centra en las competencias que serán como los colores primarios en la próxima década, es decir, todas las competencias que se requerirán cada vez más, a medida que las nuevas modalidades de trabajo estén más distribuidas o normalizadas. Las Competencias Profesionales del futuro serán combinaciones en distintas proporciones de estas Competencias Neutrass o de Crecimiento.
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